Los mismos gatos que rondan por las noches lluviosas,
mojados hasta los bigotes, ebrios de tanto amar, los mismos canes que aúllan a
una luna adorada y la puta de la esquina que no deja de espiar. A todo hombre
que pasa desolado con mirada encantadora tratando de atrapar, cabizbajos y con
dinero, triste de amor no tener, con traje o sin corbata para ella es igual,
solo le importa el plata a cambio te da placer. Son mis putas las noches en las
que ando sin parar, son los fúnebres días en los que no puedo dormir. Las casas
de los perros que albergan hasta ratas, las cloacas de las calles que esconden
tanto que decir. Cada historia que se extiende a lo
largo de los techos, son mis putas las noches que me acosan y esta luna que
coquetea al sol, y este sol que le sigue por doquier. Los mismos cuatro gatos
que siempre estamos juntos, siempre los mismos perros que aúllan a la dulce
luna, la inigualable puta noche que llega al doblar la esquina y el sol
acosador el juego nos ha de seguir, son todos parte de una vida nocturna un
vida que no se quiere tener. No son las noches señoritas tranquilas y rozagantes,
es mi puta una noche divertida la que al amanecer me hará sufrir.