Poema largo que mi vida inspira,
escrito tierno que mi mano escribe,
a cada corazón conquista,
y a cada ser tortura.
No es muy bueno, no es muy malo
simplemente es; el ser que miente,
aquel que llora, golpea su pecho,
cae de rodillas y pide por mí.
Siente, grita, llora y está enfermo;
sufre de dolor, la muerte lo espera, él lo sabe
y no ruega, en cambio ríe, goza, llora de alegría.
Esperando aquella amiga que lo llevará
ha conocer el profundo mar eterno; y duerme profundo, en sueños ríe esperando sin esperanza de vida, sin esperar volver a ser él el protagonista de aquel poema largo y de ese escrito tierno, de aquella vida que llevaba con pasión.